Una autopsia es un examen sistemático de un cuerpo después de la muerte, realizado por un patólogo forense. El patólogo busca enfermedades o lesiones que puedan haber causado o contribuido a la muerte. Para ello, se realizan incisiones cuidadosas en el cuerpo para explorar la cabeza, el cuello, el tórax y el abdomen. Los órganos extirpados se examinan individualmente. Se conservan pequeñas muestras de cada órgano de forma rutinaria por si fuera necesario realizar pruebas adicionales. Los órganos restantes se devuelven con el cuerpo para su entierro o cremación. Durante el procedimiento, se obtienen muestras de fluidos corporales y órganos para análisis toxicológicos u otros análisis. La documentación de los hallazgos durante el examen se realiza mediante notas manuscritas, diagramas y fotografías.
En OMI, todas las autopsias son realizadas por o bajo la supervisión directa de un patólogo forense certificado por la junta, con la ayuda de los servicios de morfología y fotógrafos forenses.
En aproximadamente un tercio de los casos investigados por el médico forense, se requiere una autopsia. La principal preocupación es determinar si la muerte se debió a una enfermedad, a una lesión o a una combinación de ambas. Cuando la muerte se debe a lesiones físicas, la autopsia suele permitir reconstruir el episodio fatal. La autopsia también proporciona información en el caso de personas no identificadas. Para ver una lista detallada, consulte: Muertes Notificables.
Una autopsia forense estándar tomará de dos a tres horas. Los casos médicos complicados o los casos de muertes traumáticas con lesiones múltiples pueden llevar más tiempo para documentar completamente todas las observaciones. Todas las autopsias en Nuevo México se realizan en las instalaciones del Investigador Médico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nuevo México en Albuquerque. El tiempo involucrado en el transporte de casos hacia y desde Albuquerque debe tenerse en cuenta cuando se planifican los servicios funerarios.
No. Las incisiones para la autopsia se realizan en partes del cuerpo que pueden ocultarse fácilmente. El personal de autopsias hace todo lo posible para no desfigurar el cuerpo. Se toma el mismo cuidado durante la recuperación de órganos y tejidos para donación.
En todos los casos investigados por el Investigador Médico, incluidos aquellos en los que no se realizan autopsias, se toman líquidos para pruebas toxicológicas. Los resultados de las pruebas suelen ser factores importantes para poder determinar la causa y la forma de la muerte, y para proporcionar motivos y explicaciones de los comportamientos. En Nuevo México, estas pruebas se realizan en el Laboratorio Estatal de Albuquerque, así como en otros laboratorios contratados.
Cuando los miembros de la familia se opongan a una autopsia basándose en creencias religiosas, culturales o de otro tipo, se harán todos los esfuerzos posibles para honrar esa objeción. Sin embargo, si la responsabilidad pública no puede cumplirse sin realizar la autopsia, la familia tendrá la oportunidad de ser representada por un abogado y de que su objeción se presente ante un juez antes de que se realice la autopsia, siempre que sea posible.