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Por el Dr. Shawn Sidhu

La importancia de los hermanos

Aquellos de nosotros que trabajamos con niños a veces podemos olvidar lo importante que son las relaciones entre hermanos para el desarrollo saludable de niños y adolescentes. Tendemos a centrarnos más en las relaciones con los padres, que si bien son increíblemente importantes, son solo una parte del sistema familiar. Sin embargo, el 82 por ciento de los niños vive con un hermano y las relaciones con nuestros hermanos pueden ser las más largas de nuestras vidas.

Los hermanos son importantes por muchas razones. Primero, dada su cercanía en la edad, es más probable que los niños les digan a sus hermanos cosas que no les dirían a sus padres. Esto puede incluir temas típicos como amistades, relaciones y la escuela, pero también puede incluir temas más preocupantes, como abuso, uso de drogas, embarazo, comportamiento de autolesión o pensamientos suicidas.

En segundo lugar, dado que es más probable que los niños y adolescentes confíen en sus hermanos, también pueden recurrir más fácilmente a sus hermanos como fuente de apoyo. Esta pieza es fundamental, porque sabemos que uno de los mayores factores de riesgo para el desarrollo de los jóvenes es el sufrimiento de forma aislada. La capacidad de los jóvenes para expresar sus sentimientos a cualquier persona (hermano, padre o amigo) puede ser muy terapéutica y puede prevenir un empeoramiento del estado de ánimo deprimido o de la ansiedad. Finalmente, los hermanos pueden servir como caja de resonancia el uno para el otro antes de probar cosas en entornos sociales. Existe evidencia que sugiere que las relaciones saludables entre hermanos promueven la empatía, el comportamiento prosocial y el rendimiento académico.

Si bien las relaciones entre hermanos saludables pueden ser una fuente increíble de apoyo, las relaciones entre hermanos nocivas y tóxicas pueden ser igualmente devastadoras y desestabilizadoras. Los hermanos a veces se dicen cosas entre sí que los padres nunca le dirían a sus hijos (lo que se denomina "intimidación entre hermanos") y, por lo tanto, los hermanos pueden ser más abusivos emocionalmente entre sí que los adultos normalmente con los niños.

Otra fuente de estrés puede ser cuando los adultos comparan a un hermano con otro. Esto tiene el doble efecto de romper la autoestima del hermano que se siente juzgado, mientras abre una brecha entre los hermanos y los separa más. Además, cuando un hermano está sufriendo médica o emocionalmente, puede ser un factor de estrés considerable para toda la familia, incluidos otros hermanos.

Un hermano que tiene un comportamiento poco saludable podría modelar este comportamiento con otros hermanos, generalmente más jóvenes, que sigan su ejemplo. Por ejemplo, las adolescentes tienen más probabilidades de participar en actividades sexuales a una edad más temprana o quedar embarazadas en la escuela secundaria si han tenido un hermano mayor que ha hecho lo mismo. Las relaciones tóxicas entre hermanos se han relacionado con un mayor uso de sustancias, depresión, comportamiento de autolesión y experiencias psicóticas como alucinaciones y delirios en la adolescencia.

Para aprovechar al máximo las relaciones entre hermanos, los padres y los profesionales infantiles pueden hacer lo siguiente:

  1. Tanto los padres como los profesionales infantiles deben preguntar cómo van las relaciones entre hermanos, las formas en que son saludables y también las formas en que podrían mejorarse.
  2. Celebre las diferencias entre hermanos y evite comparar hermanos. Esto promoverá la autoestima y evitará que se formen cuñas entre hermanos.
  3. Anime a los hermanos a trabajar juntos y apoyarse mutuamente.
  4. Haga que ambos hermanos ganen recompensas por cooperar entre sí, pero que ninguno de ellos reciba esta recompensa cuando no cooperen entre sí. Esto creará un incentivo externo para que trabajen juntos hasta que tengan la edad suficiente para que se convierta en algo natural.
  5. Cuando un niño sufre de un problema médico, de desarrollo o emocional, trate de asegurarse de que otros hermanos también reciban suficiente atención, incluso aunque el suyo pueda ser difícil. Es muy común que los niños desarrollen sus propias dificultades emocionales cuando sus hermanos están luchando.
  6. En casos de conflicto entre hermanos en los que los padres se sientan estancados, anime a las familias a buscar consejería familiar o terapia familiar en la que un profesional pueda ayudar a los hermanos a ponerse en sintonía entre ellos.

El poder de las relaciones entre hermanos puede cambiar la vida de una manera positiva, y un poco de mantenimiento puede ser de gran ayuda para garantizar que estas relaciones se mantengan saludables a largo plazo.

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