Traducir
$ {alt}
Por Luke Frank

Angus está en la casa

Artista transporta a pequeños pacientes de problemas de cáncer

La misión de Angus Macpherson es romper un día gris de acero y vinilo, agujas e intravenosas, productos químicos y medicinas. Utiliza colores, texturas y formas para distraer a los pequeños pacientes con cáncer en el UNM Children's Hospital. Sabe que es más que divertido, es curativo.

Macpherson, un artista residente de oncología pediátrica poco común, comprende el valor del arte en la medicina a nivel fisiológico: frecuencia cardíaca disminuida, mayor oxigenación, ansiedad reducida, disminución del dolor y mejora de la confianza y la comunicación, entre otros. Pero para él, se trata de crear ese momento especial de concentración, alegría y distracción que aleja a los niños afligidos del peso de su día.

"Hay un artista en todos", dice Macpherson. "He hecho cientos de amiguitos aquí y hemos creado algunos proyectos maravillosos. Me gusta mucho el arte continuo, como dibujar un cómic que nunca termina o construir un barco pirata que durante meses o años los niños pueden agregar toca a ".

Con el apoyo del Children's Cancer Fund de Nuevo México, Macpherson es un maestro del compromiso. Sutilmente atrae a los niños en quimioterapia a proyectos, como hacer máscaras o adornos navideños, en lugar de obligarlos a contribuir o interactuar. Es un baile delicado. "Esto puede ser un desafío competir con la televisión y los videojuegos", admite. "A veces lleva un tiempo, pero casi siempre se dan cuenta".

Maya, una brillante paciente de Santa Fe de dos años, fue diagnosticada hace seis meses con leucemia linfoblástica aguda pre-b. Tomó a Macpherson al instante. "Conocimos a Angus hace meses durante uno de los primeros tratamientos de quimioterapia de Maya", dice la mamá de Maya, Lauren Huston. "Siempre esperamos verlo. Definitivamente es una fuerza muy tranquilizadora y distractora para Maya, pero también para nosotros".

"Sabemos que cuando visitemos el Hospital UNM, Angus estará allí para participar y hacernos crear y sonreír", agrega el padre de Maya, Rob Salviotti. "Maya tiene días muy buenos y muy malos en el hospital, y cuando está luchando, Angus es especialmente útil. Es mágico".

Macpherson se encoge de hombros ante los elogios. "Lo que hago me ayuda de muchas maneras: aprendo sobre el arte con estos niños", dice. "Veo los pistones disparando detrás de sus ojos. Se interesan y se divierten mucho en lo que pueden hacer. Amplía la paleta de los artistas, para ellos y para mí".

Macpherson, un nativo de Albuquerque, reconoce esa chispa de su propia infancia. "Quería ser artista desde que tengo memoria", dice. Después de obtener su título en administración de empresas en la UNM, Macpherson pasó algún tiempo como diseñador gráfico en publicidad, pero ha sido un artista a tiempo completo durante los últimos 30 años, enfocado en paisajes acrílicos.

"Siempre he tenido muchas ideas diferentes sobre el arte", reflexiona Macpherson. "La idea de que puedo crear un ambiente con un niño con dolor que proporcione una distracción total y total durante los tratamientos de infusión prolongados lo hace más valioso que cualquier cosa que pudiera vender en una galería".

Categorías: Salud, Noticias destacadas