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By cindi meche

Microplásticos: minimizar la exposición a una amenaza invisible para la salud

Mucha gente habla de microplásticos: pequeñas partículas de plástico de menos de cinco milímetros de diámetro y de lo omnipresentes que están en el medio ambiente, hasta el punto de que se encuentran en todo el cuerpo humano. Investigadores de Ciencias de la Salud de la Universidad de Nuevo México han descubierto microplásticos en el cerebroen tejido testicular, y incluso en el útero. La información puede resultar desalentadora, pero un investigador de la Facultad de Salud de la Población de la UNM cree que hay algunas cosas que se pueden hacer para ayudar a reducir cierta exposición a los microplásticos.

Plásticos en el Medio Ambiente

Los plásticos están por todas partes. En cada etapa del proceso de fabricación, desde la extracción de petróleo y gas hasta la fabricación de plásticos y su desecho, se liberan sustancias químicas tóxicas al medio ambiente. En promedio, los plásticos de un solo uso se utilizan solo 12 minutos antes de ser desechados. Aunque se utilizan brevemente, esos plásticos de un solo uso persistirán en el medio ambiente durante generaciones en vertederos y vías fluviales, descomponiéndose y degradándose con el tiempo convirtiéndose finalmente en microplásticos que no desaparecen. A medida que se hacen más pequeños, entran en nuestra cadena alimentaria.

Los plásticos también se encuentran en océanos, lagos y arroyos. Las partículas pueden volverse tan pequeñas y livianas que pueden adherirse al polvo y moverse en la atmósfera. Pueden ser transportados por el viento y la lluvia, extendiéndose por toda la Tierra, incluso en lugares que parecen limpios y no afectados por la contaminación. Para agravar el problema de la contaminación, las plantas de tratamiento de agua, que limpian nuestra agua, no son capaces de filtrar los microplásticos. La mayoría de las plantas se construyeron a principios del siglo XX, antes de investigación de microplásticos. Después de múltiples estudios desde entonces, se ha revelado que esas plantas no capturan microplásticos en absoluto, porque nunca fueron diseñadas para lidiar con ellos.

La exposición humana a los microplásticos se produce a través de varias vías: ingestión de alimentos y agua que contienen microplásticos, inhalación de partículas en el aire y contacto dérmico. Los riesgos para la salud asociados con los microplásticos aún están bajo investigación, pero las posibles preocupaciones incluyen estrés oxidativo, neurotoxicidad, toxicidad reproductiva, funciones inmunes y endocrinas alteradas y un mayor riesgo de enfermedades cardíacas.

Claudia Pratesi, PhD, de la Facultad de Salud de la Población de la UNM ha estado estudiando los plásticos en el medio ambiente durante la última década.

Si el medio ambiente está enfermo, los animales enfermarán y, en consecuencia, los humanos también enfermarán.
- Claudia Pratesi, Facultad de Salud de la Población de la UNM

Citó estudios recientes que afirman que dependiendo de la dieta y el estilo de vida, las personas pueden ingerir hasta cinco gramos de microplásticos por semana, equivalente al peso de una tarjeta de crédito. Sin embargo, dijo que hay cosas que podemos hacer para reducir nuestra exposición.

  • Beba agua del grifo: Si tienes la opción, bebe agua del grifo en lugar de agua embotellada de plástico. Si puedes, utiliza un filtro de agua o un sistema de filtración por ósmosis inversa, que puede ayudar a eliminar algunos plásticos.
  • Evite calentar plásticos: No caliente ni caliente en el microondas alimentos o bebidas en recipientes de plástico (incluidas las fórmulas infantiles o la leche materna extraída). Esto hace que las sustancias químicas se filtren hacia los alimentos. Utilice recipientes de vidrio o cerámica en su lugar.
  • Elija almacenamiento seguro: Utilice recipientes de vidrio, cerámica o acero inoxidable para su almacenamiento. Si tienen tapas de plástico, asegúrese de que la comida no las toque.
  • Consuma alimentos integrales: Consuma alimentos frescos, integrales y comidas preparadas desde cero. Los alimentos altamente procesados, como la comida enlatada, la comida chatarra y los alimentos prefabricados o parcialmente prefabricados, tienen más probabilidades de estar expuestos al plástico durante su procesamiento y envasado.
  • Comprar local: Compre a productores de alimentos locales. Consuma frutas y verduras frescas y, si come carne, evite los envoltorios de plástico.
  • Evite los plásticos con estos códigos y etiquetas de reciclaje:
    • Codigo 3: Contiene ftalatos, un carcinógeno conocido.
    • Codigo 6: Contiene estireno - afecta el sistema nervioso central
    • Codigo 7: Contiene bisfenoles A, S y F, conocidos disruptores endocrinos y con efectos obesogénicos.
    • Sin BPA: Todavía contiene bisfenol y se utiliza en revestimientos de latas, utensilios de plástico y recibos de ventas.

En última instancia, la clave es evitar que los alimentos y bebidas que ingiere entren en contacto con plásticos en cualquier momento antes de comprarlos, durante la cocción o el almacenamiento.

"Recuerden, votamos con nuestro dólar", dijo Pratesi. "Si seguimos saliendo a comprar contenedores de plástico y usando bolsas de plástico, y nunca buscamos alternativas que no sean tóxicas o malas para nuestro medio ambiente, las corporaciones seguirán produciendo más plástico".

Debido a que no todo el mundo conoce los peligros de los microplásticos ni tiene el dinero para comprar alternativas más seguras, Pratesi dijo que es importante crear conciencia y encontrar soluciones equitativas que todos puedan utilizar. Existe una necesidad urgente de mitigar los peligros ambientales que contribuyen a las disparidades de salud y las enfermedades crónicas. Esto incluye abogar por cambios de políticas que reduzcan el uso de plástico, mejoren la gestión de residuos y protejan a las poblaciones vulnerables de la exposición a contaminantes nocivos como los microplásticos.

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