El Proyecto ECHO se fundó en la Universidad de Nuevo México en 2003 para abordar las disparidades en la atención de la hepatitis C en las comunidades rurales y remotas del estado. Con el respaldo de una evaluación rigurosa, publicada por el New England Journal of Medicine en 2011, universidades y centros médicos de todo el mundo han adoptado el modelo ECHO para sus propios desafíos locales.
El resultado ha sido el avance del aprendizaje que cambia vidas a un ritmo profundo.
ECHO se ha utilizado para mejorar los resultados de la atención médica en innumerables áreas de enfermedades, desde diabetes y salud ósea hasta reumatología y salud perinatal.
Hoy, estamos mejorando el bienestar de las personas en casi todos los países. Los gobiernos y los sistemas de salud pública de India y otras naciones han adoptado el Modelo ECHO para abordar los desafíos críticos de salud pública.
En África, continuamos expandiendo y perfeccionando el tratamiento para una variedad de afecciones, incluidas el VIH y la tuberculosis; A nivel mundial, nuestros programas están respondiendo a necesidades de salud específicas de la comunidad, como revolucionar la atención del cáncer en áreas rurales y vulnerables, y combatir la propagación de COVID-19 en hogares de ancianos.
Nuestra huella global está creciendo a un ritmo sin precedentes, lo que permite a las personas salvar y mejorar vidas en todas partes.